La urticaria es una afección dermatológica que afecta alrededor del 20% de la población (1), una cifra considerable si tenemos en cuenta el desconocimiento generalizado que hay en torno a ella.
Esta enfermedad se caracteriza por la aparición repentina de manchas o ronchas rojas, acompañadas de picazón intensa, enrojecimiento e hinchazón. A pesar de su prevalencia, la información sobre la urticaria a menudo se encuentra envuelta en mitos y conceptos erróneos o alarmistas, que pueden llevar a la confusión y falta de comprensión por parte de quienes la padecen.
“La urticaria es contagiosa”
Mito: La urticaria no es una enfermedad contagiosa en absoluto. No se puede transmitir de un sujeto a otro a través del contacto físico, el aire o cualquier otra vía. Es una afección cutánea que se desarrolla debido a una reacción en el cuerpo y no se propaga de persona a persona.
“La urticaria es una alergia”
Mito: Aunque muchas veces la urticaria está relacionada con una reacción alérgica, no todas las ronchas cutáneas son causadas por alérgenos. Esta también puede ser desencadenada por infecciones virales, estrés, cambios de temperatura, fricción en la piel o incluso por causas desconocidas en el caso de la urticaria crónica espontánea.
"La urticaria es impredecible"
Verdad: Los síntomas de la urticaria se presentan como por acto de magia, lo que hace que sea una afección impredecible y bien llamada espontánea. En ese sentido, las manchas desaparecen con la misma rapidez con la que llegan. Por lo general, y dependiendo el tipo de urticaria, las ronchas pueden tener una duración de 1 a 24 horas.
“El estrés causa urticaria”
Verdad: El estrés es un factor desencadenante conocido para muchas personas que padecen urticaria crónica espontánea. Se cree que está relacionado con la liberación de sustancias químicas en el cuerpo que afectan la piel y el sistema inmunológico (3).
“Es solo una erupción cutánea”
Mito: Si bien, las lesiones en la piel es uno de los síntomas más característicos, no podemos dejar de lado que esta también presenta picazón intensa, hinchazón o angioedema, y en algunos casos malestar general. La recopilación de todas estas manifestaciones pueden llegar afectar la calidad de vida de la persona, y aunque para ello hay tratamientos efectivos, no es preciso afirmar que “solo una erupción cutánea”.
“Una enfermedad rarísima”
Mito: Es necesario precisar que a pesar de que hay un desconocimiento generalizado de la enfermedad, se ha logrado estimar que al menos un 20% de la población ha sufrido de urticaria (1,1).
“Tiene solución”
Verdad: Está debería ser una verdad a voces, puesto que, quienes sufren esta condición no deberían estar expuestos a información alarmista, hoy en día hay opciones de tratamientos disponibles según cada caso o tipo de urticaria, los cuales permiten llevar un control estricto de los síntomas y ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas diagnosticadas.