Urticaria crónica en niños: guía para padres
En las circunstancias donde los niños son quienes sufren esta condición dermatológica, el padre o cuidador debe seguir unas indicaciones muy parecidas a las mencionadas anteriormente, las cuales funcionan no sólo para aliviar y evitar las manifestaciones de la urticaria, sino también para educar al niño y al círculo cercano sobre su condición, y facilitar su transición entre el colegio, el hogar y las actividades diarias.
Mantén un registro de síntomas:
Llevar un registro de cuándo y cómo aparecen los síntomas de urticaria en el niño puede ayudar al médico a identificar patrones y evitar la aparición de esta por factores desencadenantes.
Comunicación:
Habla con tu hijo sobre su afección y cómo se siente. Anímalo a expresar cualquier incomodidad o preocupación que pueda tener.
Informa a sus maestros:
Comunica la afección de tu hijo al personal educativo, profesores y administrativos de la institución para que estén al tanto de su condición y sepan cómo actuar en caso de emergencia.
Manejo del estrés:
Ayuda al niño a lidiar con el estrés, ya que puede originar o empeorar los síntomas de la urticaria. Juegos, actividades relajantes y tiempo para descansar pueden ser útiles.
Educación sobre la urticaria:
A medida que tu hijo crezca, enséñale sobre su condición y cómo manejarla. Esto puede ayudarle a comprender mejor sus síntomas, a tomar decisiones informadas sobre su salud e incluso a identificar posibles causas detonantes.
Sudoración excesiva:
Asegúrate de que el niño o la niña a tu cuidado se mantenga fresco y evita actividades que provoquen sudoración excesiva.
Esta afección se presenta de manera distinta en cada persona, por lo que es esencial, particularmente en el caso de los menores, trabajar en conjunto con el pediatra y/o el dermatólogo pediatra para desarrollar un plan de manejo de la urticaria adaptado a las necesidades específicas del niño para que pueda llevar una vida cotidiana relativamente normal.
